Llevo muchas noches sin dormir y en los desvelos pienso… pienso en ese día que te dicen: eres diabética.
De tanto pensar sacas conclusiones. Entonces entiendes que cuando se trata de vivir no hay lección que ya sepas. En esta escuela nunca dejarás de sorprenderte, el día menos pensado se vuelve todo del revés y aparece otra perspectiva que ni siquiera habías imaginado.
Intento a diario ser una alumna atenta. Asumo que nunca seré maestra de nada ni de nadie, lo cual es un alivio.
He aprendido que es absurdo prepararse para la desgracia, siempre llega sin avisar; así que intento no preguntarme «por qué» y disfrutar las alegrías al máximo. Lo que tenga que ser, será.
He comprendido que necesito ser fuerte emocionalmente y no sicológicamente, que no hay mejor desahogo que una buena llorera y que un abrazo puede calmar lo que no calmarían mil bálsamos.
Sonia Rodríguez C.A. Madrid, 2013