Gloria

Aterrizamos el 13 de diciembre de 2013.

Reconozco que me ha costado despertar a la realidad, fue un aterrizaje forzoso para el cual no estaba preparada. Alex, el protagonista de esta historia, llevaba unos días bebiendo mucha agua, levantándose por la noche para ir al baño… soñoliento y perdiendo peso, nada menos que 8 kilos en apenas dos semanas…
Me he preguntado muchas veces, que tipo de madre soy, que fui incapaz de darme cuenta que era una «diabetes de libro», claros síntomas, estúpida de mí…
Fue tan rápido que achaqué la pérdida de peso a que estaba creciendo demasiado rápido, el beber agua a que siempre lo ha hecho, y que se dormía por las tardes a que madruga mucho todos los días para ir al colegio.
Aquel jueves, le escribí una nota a su pediatra, porque le llevaba el abuelo, y para que no se olvidase nada, Alex tenía dolor de oídos y así no se ponía el finde con fiebre…
Llego a la consulta y Juana al leer mi nota se dio cuenta rápidamente (ella es diabética) le hizo las pruebas y estaba en 450… Rápidamente me llamó al móvil que acudiese con un taxi, y fuimos al hospital…
Tardé en reaccionar, en ocasiones pienso que todavía no lo he hecho, o sí?
Mi vida ni que decir tiene, ha cambiado, me quedan muchos sinsabores que vivir, muchas lágrimas que derramar y mucha impotencia por guardar, pero si os diré algo, todos y cada uno de mis días lucharé porque la vida de mi hijo sea igual que antes del debut… que haga todas y cada una de las cosas que siempre soñamos que haría… Viviremos con ella, pero no para ella..Se lo debo, me lo debo…

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