Compartiendo sentimientos

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Ana Llorente
Compartiendo sentimientos

Tras una semana «hectic» desaparecida del grupo, ahora mismo este 111 m llega como un guiño. La Vida es sorprendente.
Queriendo hacer foto d la secuencia d mediciones del día m doy cuenta d q la hora no son las 12:21 sino las 00:21, ¡anda! Ahora entiendo pq no m salen en 15 de marzo… estarán cambiadas todas las medias pq medio día corresponderá al anterior y otro medio al siguiente… Su bomba es «suya», ella se la maneja y apenas tenemos su derecho a tocarla.
_¿Es q no confíais en mí?
_ Claro q sí, cariño.
Se lo digo al padre q es quien hace con ella las anotaciones cada noche.
_ ¿Dsd cuando estará cambiada la fecha?
_ Una semana… ¡Yo renuncio! hazlo tú, yo no lo sé hacer mejor…
M levanto a escribir. Lo necesito. Pienso en esas recién conocidas estrellas d Noches sin dormir… ¿habrá alguna ahora despierta como yo?.
Necesito sacar d mi mente la sucesión d acontecimientos. Bendito Facebook, bendito grupo. Siento el rollo. Ya aviso d q va a ser largo:

Hoy marcha senderista de 15km x los Puertos d Beceite, entre Teruel y Tarragona. Llevamos soñando semanas con un día d campo entre amigos con niños en plena Naturaleza d almendros florecientes.
8:15, hemos quedado a las 8:30 y Gabi ni ha desayunado ni se ha medido todavía. Inconcebible para mí. Ana, respira…
Claro q hemos remoloneado los tres en la cama pq ha venido con una sonrisa. Su hermano duerme todavía, hoy no nos acompaña, le toca ir solo a ZGZ al partido d baloncesto:
_ «Un abrazo»_ ha dicho.
¿Quién se resiste a eso? Sobre todo cuando nos los tiene racionados, escasos, x su dichosa «irritabilidad» o esa adolescencia q le hace estar distante y d mal genio casi todos los días…

Mientras su padre y yo andamos cogiendo refuerzos d hidratos, sobres d glucosa, otro pinchador, tiras sufucientes, otro recambio para el catéter pq ella no lo ve necesario (los padres: ¿y si se engancha el cable en una zarza del camino?), ella con sus 13 años desayuna.
La marcha comienza a las 9:30, basal temporal del 50% y a las 10:30
_ «paro, q m siento baja»
_ «¿Gabi, q has desayunado?
Resumiendo, tras el interrogatorio q se trata de escabullir: una ración de palitos con pipas.
Manos a la cabeza… Ana, respira.
Se toma un gel d glucosa, pero no tiene hambre
_ «M espero al primer avituallamiento y como con todos».
Su padre está con ella. Sus amigos la esperan a una distancia prudencial, son todos chicos. Su amiga Elisa al final no ha podido venir.
_ «Es q tú no puedes comprender lo mal q m siento cuando estoy baja».
Reproche, rabia, sentirse especial, sola,… ¿qué hago? ¿cómo acertar?

En el primer avituallamiento:
_ «Es q no tengo hambre».
La mami-poli malo le obliga a comerse un mini-bocata d jamón d Teruel de una ración, mientras está apartada con los amigos hablando d las cosas q les preocupan, lógicamnt.
M preocupa q «esta historia», como yo llamo a vuestra Betty, no sea d esas cosas.

No quiero cansaros. El día ha continuado con una serie d incongruencias, entre rebotes y bajones… El padre siempre la defiende: «es q es tan difícil prever lo q va a suceder en una marcha…». La madre: «ya, y si además en una actividad d ejercicio intenso no t preparas con hidratos extra o no t vas midiendo más a menudo para no esperar a hacerlo en el consiguiente bajón, más difícil todavía ¿no?». Poli-bueno, poli-malo. Y ella no dice nada. Un nuevo error, una nueva decepción, un nuevo rechazo a la historia…

En la comida surge la conversación sobre ese proyecto q tenemos varias familias d amigos d hacer el camino de Santiago una semana. Y mientras mi cabeza se pregunta: «¿Así? ¿una semana? Imposible. Tal vez más adelante… Ella necesita ser más responsable».

Siempre es lo mismo. Quiere demostrar q es capaz d manejarse sola con la historia, recuperar su libertad. Cedemos, la respetamos, le damos oportunidades, pero ella no cumple «las condiciones» del trato. Se salta las responsabilidades q conlleva. Pero la mami es q es muy exigente…:
Yo siempre le he dicho al médico:
_¡Es q ya tiene 13 años!
y él me decía:
_ Es q solo tiene 13 años…

Cuando m acuesto, sale el 111 y sigo soñando con el proyecto…
Ana, respira. Una luz entre tanta tiniebla, como la foto q os comparto.
Estamos aprendiendo. Seguimos aprendiendo.

Reproche, rabia, sentirse especial, sola… Yo tb quiero ser dulce como ella para meterme en su piel y sentir con ella. Pero m toca aprender «desde fuera», como dice el papi.
Será q soy sencillamente la madre d una adolescente.
Gracias x escuchar.
— me siento incompleta.
Ana Llorente

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