Justo hoy hace un año
Recuerdo aquel día en el cumple de su prima, justo hace un año, en el que me vino pidiéndo agua y se bebió la botella como si no hubiera bebido en la vida. Recuerdo esas noches en las que me pedía agua y pipi varias veces en la noche, como si llevara 13 horas sin ir al baño y a veces se le escapaba. Paula tenía solo 3 añitos pero aguantaba pipí toda la noche desde que cumplió los 2. Empecé a notar cosas extrañas pero no tenía ni idea que estos síntomas eran los síntomas de la diabetes.
Recuerdo al ir a bañarla y mirar el cuerpecito tan delgadito y con una gran barrigota muy hinchada. Yo tenía cita ya con su pediatra, para que le mandara las pruebas de celiaquia, ya que tenemos dos celiacas más en la familia y estaba un poco mosqueada con el tema. Pero al verle ese cuerpecito tan delgado con esa gran barriguita, le dije al padre: mañana la llevo por urgencias después del cole porque a la niña le pasa algo raro. Y me asuste. Mi hermana, que si sabía que esos síntomas eran de diabetes, no me dijo nada pero también me animo a que la llevara.
Su pediatra me dijo: le haremos la prueba por si es celiaca, pero lo primero una tira de orina. Rápidamente llenó el bote de un gran pipí incoloro. La enfermera se extraño y le dije que es que hacía muchísimo pipí y bebía mucha agua. Esperamos mis dos hijas y yo mientras que comprobaba la tira de orina y a la enfermera se le cambio la cara. Vino con un glucometro y le pincho en el dedo: HI
Ni el glucometro leía lo que tenía en sangre, ya que tenía más de 600 de glucosa.
Se acercó la pediatra y me dijo, os tenéis que ir al hospital, Paula es diabética tipo 1 y necesita insulina.
Siempre le estaré agradecida la rapidez de reacción y en el diagnóstico. He leído de muchas madres que sus pediatras no lo ven o no las toman en serio y los niños al final se ponen muy enfermos e ingresan en la UCI por cetoacidosis diabética.
No fue nuestro caso.
Agradeceré de por vida la empatía que tenía el doctor y el cariño con el que nos trató en todo momento (eso ayuda muchísimo) nos dijo que íbamos a salir en el libro Guiness de los récords de diagnóstico de diabetes tipo 1, ya que nos llevaría más de 4-5 días con ella.
Paula estaba bien y nosotros aprendimos mucho en muy poco tiempo.
En el hospital conocimos a gente maravillosa y niños con grandes problemas que nos hicieron ver las cosas diferentes y valorar lo que tenemos, dándonos una gran lección.
Agradecemos también enormemente la doctora que le asignaron cuando nos dieron el alta. Mucha empatía con los padres y con los niños y gracias a ella en 3 meses Paula llevaba su bomba de insulina.
También a la educadora que tanta paciencia tiene cada vez que llamamos con dudas.
Paula tuvo la mala suerte, de desarrollar diabetes tipo 1 y al poco tiempo nos confirmaron que también era celiaca.
Pero, a pesar de todo, nos consideramos muy afortunados ya que tiene el mejor tratamiento que existe y come todos los días pan sin gluten del bueno que le hace su tita.
Agradecemos también la disposición de su Profe que desde el principio estuvo volcada con ella y del colegio por su interés por aprender sobre la bomba de insulina y diabetes.
Justo ahora hace un año, pero Paula es una niña feliz y hace su vida y participa en todas las actividades.
Y nosotros felices de verla.
Rocio