Mi vida junto a esta compañera empezó el día de mi 19 cumpleaños. Mi primer cumpleaños como universitaria fuera de casa. Desde que llegue a Salamanca empecé a perder, yo tan contenta porque siempre fui gordita. En las semanas antes del ingreso me llevaba a la cama garrafas de 5 litros de agua porque con una botella no me bastaba. El viaje Salamanca Avila, que dura una hora, parecía no tener fin, tenia que dejar la maleta con una amiga y volar al baño. Mis padres pensaban que era anorexia, comer, baño y perdida de peso. El 28 de noviembre de 1998 fui a urgencias porque pensaba que tenía gripe y por eso no respiraba y me dolían los oídos, para mi sorpresa me dicen que tengo 625, me sientan en una silla de ruedas, vías, sueros, insulinas,.. Pero lo peor de todo fue llamar a mis padres para que fueran a Salamanca. Aun recuerdo su cara en la puerta de la habitación, en la ultima semana había perdido 6 kg. Aun no me reconozco en las fotos.
A partir de ahí unidas para siempre, a veces bien, a veces mal. El septiembre pasado acudí a mi endocrina muerta de miedo, había sido un curso ( soy profe de secundaria) horrible. Viajo todos loa días a Madrid, los horarios de comida dificiles de llevar, comida de tuper frío , a días en el despacho a días en el tren. Mi enfermera me hablo de los sensores y desde ese día cada vez que voy le doy las gracias. En tres meses pase de una hemoglobina de 10!! a una de 7,3. Todo gracias al mgc. En el tren, mientras doy clase, las veces que haga falta mido mi azúcar, se cuando tengo que comer porque es necesario y no por el miedo a sufrir una hipo en mitad del viaje estando sola. Me ayuda a evitar picar entre horas, no me gustan ver esos picos en las graficas, jjjj.
#mcgparatodos porque es ganar en calidad de vida, en salud, en tranquilidad.
Esta es la historia mas «dulce» de mi vida,jjj.
Mi vida junto a esta compañera
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