A lo largo de cinco años, el tiempo que llevo conviviendo con mi amiga Betty, he superado muchos obstáculos. Y lo digo alto y claro….porque he conseguido todo lo que me propuse en su día…
El primer día estaba en una nube….no era consciente de lo que me sucedía… No quería pensar como sería el mañana… porque solo pensaba una cosa….me tendría que meter una AGUJA en mi cuerpo. Mi mayor miedo, desde pequeñita, son las agujas y la sangre y, tenía muy claro que no iba a estudiar nada relacionado con la salud. Por este motivo, cuándo en el hospital me decían que no era nada… no me los creía. Pensaba, si a vosotros os apasiona este mundo como a mi el mundo de la educación,¿cómo me vais a decir que no me va a doler? Porque yo estaba segura, que me dolería, y mucho… y que me saltaría muchas comidas por no tener que meterme una lanceta en el dedo, y ya no os digo, tener que ponerme insulina con aquellos bolis que las enfermeras encontraban tan chulos.
Para mí, todo era una montaña… Tener que mirarme el nivel de glucosa en sangre, tener que meterme una aguja en el cuerpo, calcular la comida, llevar encima el glucómetro y un zumo o azúcar siempre que salgo de mi casa, practicar ejercicio por obligación…. Durante unos meses solo lloraba, pensaba que era diferente al resto de mis compañeros… Unos meses más tarde, mi vida dio un cambio. Empecé la carrera de Magisterio, y me he vuelto una experta en contar raciones, poner inyecciones, practicar el deporte que me apasiona, y ahora con mi Betty (así como llamó a mi fiel compañera, la bomba de insulina) puedo hacer una vida totalmente normal.
¿Mi mayor obstáculo? Entender qué es la diabetes y aceptarla como tal en mi vida. Por que la Betty es una fiel compañera, que me acompaña en los buenos y en los malos momentos, practica deporte junto a mi, sale conmigo de fiesta, nos tomamos algún cubatilla juntas, y también algún dulce…(pero siempre controlando).
M. Mercè Rosselló Villalonga
Debut en Marzo, 2009