Buenas noches!!
Gracias por agregarme al grupo.
Empiezo por presentarme y contar un poco mi debut y la evolución de la diabetes, y también ofreciéndome a ayudar en todo lo que pueda.
Me llamo Lidia y tengo 18 años, soy de Zaragoza. Me diagnosticaron diabetes cuando tenia 5 añitos, y llevo bomba de insulina desde los 9.
Con esa edad es muy difícil comprender lo que te esta pasando, pero me sentía cansada, con sed y hambre, me hacia pis en la cama, no tenia ganas de jugar ni correr… Estaba muy triste todo el día, creo que nunca podre olvidar esa sensación. Mis padres me llevaban al medico pero nada mas que conseguían que les dijeran que eran unos padres pesados, sobreprotectores y que no tenia nada. Nos fuimos de vacaciones al pueblo, pero mi madre no me quitaba ojo, me bajo a la pediatra de toda la vida y enseguida me hizo un pinchacito en el dedo, el aparato marcaba HI. No imaginaba que ese pinchacito se repetiría un mínimo de 7 veces al día desde entonces. Estuve ingresada en la uci un día, y en planta 14. Los pinchazos se hacían notar desde el principio, aunque fue dos años después cuando me reconocieron la fobia a las agujas, un trago muy difícil que todavía hoy recuerdo con tristeza… A los 9 años, y tras una tremenda lucha de mis padres, lograron ponerme la bomba de insulina, mi gran liberación y el comienzo de una nueva vida. Desde entonces no me he planteado separarme de ella ni un momento, a pesar de los rebotes adolescentes y la pregunta constante del ¿por que a mi? Mis controles mejoraron desde que empecé a llevarla y los horarios empezaron a flexibilizarse. Desde entonces, no he dejado de aprender sobre diabetes. Hasta hace poquito, solo por mi, ahora trabajo con diabetes y, aunque jamás pensé que lo haría, estoy encantada de poder hacer lo que hago. Tengo una perrita de asistencia que me ayuda a controlar mis altibajos avisándome de que se van a producir con 20 minutos de antelación (podéis seguirnos por nuestro blog: cinimisegurodevida.blogspot.com), estoy encantada con ella, es una maravilla!!!! Estudio magisterio, y a día de hoy, tengo muchísimo que agradecer a mi madre, su dedicación ha sido increíble. A día de hoy, puedo decir que ser diabética y feliz, es más que compatible!!!