Nosotros debutamos el 14 de marzo del 2008,
aunque yo llevaba unos días notando algunas cosas extrañas en mi hijo Alex, es un niño dulce y muy tranquilo, pero los días anteriores a su debut estaba muy irascible. Observé que pasó de no probar el agua a beberse dos litros en 10 minutos, que sus gotitas de pis se cristalizaban, que sudaba mucho y el pelo parecía engominado y que de estar hablandote pasaba a quedarse dormido. Ahora lo he escrito todo seguido y parece «blanco y en botella», pero yo fui notando esas cosas por separado y durante un mes. Hasta que un día estando pensando que mi hijo estaba cambiando, que acababa de cumplir 9 años y se hacía mayor, se me encendió la lucecita, até cabos y le dije a mi marido que nuestro hijo podía ser diabético.
Pedimos la cita y fuimos al médico, tenía 423, sentí vértigo, es literal. Nos hicieron un informe para ingresar en el hospital, en el coche íbamos muy asustados y él llorando,repetía que no quería ser diabético, aunque él no sabía muy bien que significaba eso, pero le dije: sólo podemos llorar hasta la puerta del Hospital, una vez allí tenemos q enterarnos muy bien de lo que nos expliquen los médicos y nunca más podemos llorar por esto. Y así fué, 11 días ingresados en el Hospital recién inaugurado de Valdemoro, primer debut de un niño diabético y el endocrino de vacaciones porque era Semana Santa. Siendo el más pequeño de la casa, me dió la lección más grande de mi vida, cómo aceptó y comprendió la diabetes, ni una queja. Supo manejarla desde el principio, por supuesto nosotros siempre cerca, era sólo un niño!! Hoy es un adolescente feliz, muy buen estudiante y con muchos proyectos de futuro. Ah!! Me hizo caso, nunca más volvió a llorar por esto…(yo alguna vez, lo hice en soledad, soy su madre…)