Claudia Medina Noches sin Dormir
Aquellas alas habían volado por casi todos los rincones del país, habían dejado ilusión y sonrisas en muchos hogares. Muchos niños son los que las llevaban pegadas a su piel, muchas madres escuchaban su batir muy cerca, muchos corazones habían sido tocados por ellas.
Y justo cuando ya estaban acabando su ruta, se les encomendó una nueva misión. Llegaba de un club desconocido hasta ahora, que se había mantenido en el anonimato durante mucho tiempo.
Debían volar de nuevo, pero esta vez rumbo a casa, a ese lugar de donde pacientemente habían partido cada lunes durante meses. Tenían que llevar sonrisas está vez a su creador, a ese incansable creador de ideas que nunca descansa.
Ya cansadas necesitaban un impulso y llegaron una tarde de abril empujadas por aquel viento que manaba de los muchos corazones a los que antes habían hecho felices.
Quien formaría ese club? Se preguntaba aquel monje, aunque en el fondo lo sabía.
Aquel que da sin esperar nada a cambio, también debe recibir
Gracias Fernando Diabeticrack
Publicado por. Claudia Medina