Bueno pues ahí va mi historia, me has inspirado Rosa.
Mi diabétes fué diagnosticada cuando apenas tenía 5 años, no recuerdo mucho, pero si que en casa sonó el teléfono y mi madre cayó al suelo en redondo, luego un largo tiempo en el hospital. Pero no tengo recuerdos negativos, nunca tuve límites y mucho menos me lo pusieron. Mis embarazados estuvieron muy controlados, el primero logré mantener hemoglobina entre 5’4 -5’8, y el segundo entre 5’8-6’2. Tenía bastantes bajadas y muy intensas, sobre todo en el segundo que mínimo en tres ocasiones quede inconsciente, ahora pienso q si hubiera tenido cgm hubiese sido mucho más fácil, en fin a pesar de esto la diabétes para mi nunca ha sido un impedimento para nada, PODEMOS CON TODO. Nunca nunca imaginé lo duro que había podido ser todo esto para mis padres, la verdad que ellos se encargaron de que yo lo viera así, pero ahora……….. Ahora que a mi me toca estar en el lugar de ellos os aseguro que esto es muy muy duro, no hay comparación entre como vive un diabético su diabetes a como la vivimos los padres. El años pasado debutó mi pequeña, con tan sólo dos años y medio. Fuí a hacerle un análisis de orina y recuerdo en mi mente como un mazazo la pregunta del enfermero:
-Su hija es diabética? Mi respuesta:
*Nooo, lo siento, por error le habré dado mi tarjeta sanitaria. De nuevo me contesta:
-No, si lo digo porque aparece en la orina.
En ese momento el corazón se me paró, quede totalmente bloqueada y a los pocos segundos note que mi cuerpo temblaba tan fuerte como una bajada de azúcar q no podemos controlar. La pediatra intentó tranquilizarme y directo al hospital. Ahí empezó está etapa tan difícil de la diabétes. Ahora todo es mucho mas difícil, no hay un solo segundo en el día en que no pueda pensar como se sentirá mi peque, y hay algo a lo que tengo mucho miedo y no deja de torturarme, si algún podrá decirme que vive con diabétes gracias a mi. Los primero meses fueron muy difícil, tan pequeña sin poder expresar si se encontraba mal porque está teniendo una bajada, o porque te pide comer algo pero aún le queda tiempo para la próxima comida y tienes que decirle que no puede comer hasta la hora de la merienda o la cena….. Al poco tiempo descubrimos el bendito cgm, todo un descanso, pero un descanso solo para aquel que pueda permitirselo económicamente, por ahora con Martina, mi hija, lo utilizamos, pero es imposible permitirmelo para mi también. Nos cambio la vida desde que lo lleva, si tiene sueño puedo comprobar si es simplemente sueño o es una bajada, si está en en cole puedo estar más tranquila porque su profe la mira cada hora para comprobar su glucemia, y las noches…… cuántas noches hemos pasado sin poder dormir, y es cierto que ya en mucho tiempo no dormiremos durante toda la noche seguida, pero al menos con la tranquilidad de poder mirarla cada vez que lo creamos oportuno. Cuantas hipo hemos evitado gracias al cgm, incontables. Así que en nombre de todos los díabeticos/as pido que podamos acceder a los cgm.
Mi diabetes fue diagnosticada cuando tenía 5 años
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