Mi hija Iris debuto con 2 años.Era el 17 de febrero, una día especial porque íbamos a estrenar la bicicleta.Le dije a la canguro que iba al ambulatorio para hacer unas preguntas a la pediatra recién de vuelta de una baja.Iris había pasado por una semanas raras y quería tranquilizarse.
La sustituta no me ayudó mucho. Después de repetidas visitas diciendo que a mi hija pasaba algo,me despachó diciéndome que por tener dos años tenia que hablar mas, aconsejando me un centro de recuperación y que no me preocupara por la fiebre que era solo un virus que había por ahí.
Después de que la fiebre pasó Iris seguía muy extraña, se cansaba en seguida y siempre muy pálida.En dos años de vida tubo fiebre una vez nada mas,así que, pensé que no estaba yo acostumbrada a una gripe. Se recuperó bien pero desde entonces empezó a tomar muchísima agua y el pañal siempre hinchado , pensaba que el hecho que había empezado a comer solo biológico era la causa.
Vuelta de su pediatra:le conté lo que había pasado con la otra y me pidió disculpa y de no hacer caso a la evaluación de la habla y que Iris estaba muy sana! Salí de ahí olvidándome de decirle que Iris llevaba unos días con el tema agua-pis!!!Me despreocupé del tema. Unos días después hablando con la canguro coincidimos que habría que consultarlo con la pediatra porque no era normal.DespuéS de 10 días de certidumbre fui.Después De contarle los hechos dijo que la quería visitar en seguida, saltándose toda la gente que estaba esperando.. Le hicieron un control de glucosa, tenia el azúcar en 430.
Con mucha calma y amabilidad me dijo que tranquilamente, sin prisa me diera un paseo y después me pasara en el hospital que le iban a hacer un control. Nos montamos en la bicicleta y felices cantando nos fuimos a dar este paseo hacia el hospital.
Era un momento súper feliz para las dos.
Le expliqué que teníamos que pararnos y luego seguíamos con el paseo…
Nos atendieron con rapidez, y yo ingenua pensando que eran muy eficientes..le hicieron el control seguía alta,la pediatra de urgencia me tocó el brazo y me dijo…Iris tiene diabetes.
No entendía como podía ser tan rápido un diagnostico.Incredula, dolida,sola…me derrumbó. Había entrado con mi hija sana…y ahora estaba enferma de por vida.
Ahí empezó nuestra pesadilla, me dijeron de esperar fuera y yo me escondí detrás de la cortina. Iris gritaba y lloraba de una manera que nunca la escuché , yo lloraba tanto que no podía mas. Corrí a preguntar a la pediatra diciéndole que quería estar ahí con ella y de repente salió el enfermero diciendo que la pequeña le había dislocado la muñeca, no había forma de ponerle la vía. Entre tres encima de ella después de un rato lo conseguimos.
Ya en la habitación, empezaron con la formación. Mi cabeza estaba ida mientras miraba un enfermero que me decía un montón de cosas de la cual no entendía nada, solo pensaba en que me dejara en paz con mi hija.La primera noche la pasé llorando y controlando Iris. Ella estaba bien, solo me decía que quería ir con la bici, era la única niña que se podía levantar y jugar, todos los demás aislados. A los tres días nos dejaron ir a casa. Investigue tanto sobre esto que me sentí un conjunto de pediatra-nutricionista-científica convencida de conseguir una regresión de la diabetes , pero en realidad Iris pasó por todos los procesos que pasa cualquier diabético.
Ahora después de 5 meses está estable.
Hemos sido una guerreras, si hemos,porque los padres también tienen diabetes sin tenerlos porque cada control y cada insulina la sentimos en nuestra piel, porque nos tenemos que esconder muchas veces para comer y ya no podemos comer lo que nos antoje, porque dormir 8 horas seguidas es imposible, porque hemos entendido el gran poder de la intuición, como levantarte otra vez después de inexplicables hipers y hipos, la importancia de una dieta sana.
La pediatra del hospital dijo que mi caso emocionalmente ha sido muy chocante porque normalmente los niños llegan ahí en fin de vida y ven como sus peques se recuperan ,pero en el caso de Iris llegó sana y la vi como se enfermó. Ha sido realmente duro y lo será, pero seguimos aquí… dando nuestros paseo con la bicicleta y cantando. Un día llegará el día azul!
Marcella