Hoy tenemos ganas de presentaros nuestra libreta del azúcar. Se trata de un recurso muy pero que muy casolano, inventado en casa después de darnos cuenta que la edad de Aloma (y el hecho de que aún no había adquirido la noción de numeración), dificultaba bastante el acompañamiento y la comprensión de la diabetes: ella se hacia los controles pero aquellos valores que salían en la máquina no le decían nada de nada. Fue por eso que pedimos a una buena amiga ilustradora que dibujara 3 Alomas: una con muy poquito azúcar encima (para las hipos), otra con la niña detrás de una montaña de azúcar (hipers) y otra en plan estupendo.
Se trata de un recurso nada rígido, que usamos cuando nos apetece, especialmente aquellos días raros por alto o por bajo, o bien los días dignos de enmarcar. Lo comparto sin ninguna pretensión, sólo porque me apetece y porque significa mucho para nosotros. Un pasito más en la educación diabetológica.
Libreta de Azucar
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