Los hidratos de Marta Portero 1

Hace 10 años que soy diabética, en octubre del 2008 debuté. Tuve diabetes gestacional con el embarazo de mi hija pequeña, ahora tiene 12 años. Así que más o menos, ya sabía lo que era la diabetes.
Al principio, te coges todos los consejos, todas las pautas de los médicos y enfermeras y demás personal sanitario a “raja tabla”. Te pasas el dia pesando, contando, cuidando los horarios de comida, cuidando lo que comes…etc. Además cuando yo debuté se prohibía cualquier tipo de dulces, nada de calcular y comer como una persona normal.
Entonces, cuidándote, los controles los llevas bien, ganas a la diabetes.
Pero poco a poco, pasan los años rápido, dejas de contar, dejas de medir, te pinchas a ojos, y vas decidiendo por tu cuenta ir bajando las unidades de insulina, así porque sí. Porque? Porque el fantasma de la diabetes te mina la mente de miedos, de debilidades, de “tu no puedes” o de “no te pinches tanto que tendrás hipo”, la diabetes va cogiendo terreno en tu cabeza y toma el control de tu vida, poco a poco como una serpiente venenosa. Los 200 en los controles ya no te dan respeto hasta llegar al punto que se transforman en la nueva zona de confort. Estar a 100 se convierte en una linea de miedo, ya no es confort. Te acostumbras a estar a 200 porque “tampoco es tanto”…..y a frases como “luego me rectifico” o “yo controlo”
Llevo unos meses con unos picos de casi 400 y con rectificaciones continuas, hasta el punto de encontrarme mal y sobre todo de que mi forma de ser y mi caracter se han visto afectados. Estaba irritable, no estaba nunca tranquila ni contenta, me enfadaba muy a menudo, no tenia paciencia, mi familia lo veia yo no. Y es que como dice mi marido, mi dt3, era la diabetes quien manipulaba, tenia el control.
La semana pasada pedí hora con mi enfermera y mi endocrina, porque me di cuenta de que no podía seguir así. Me senté, me preguntaron que pasaba y me puse a llorar, porque estaba agotada y desgastada, psicologicamente.
La enfermera me hizo ver que incluso me había acostumbrado a pincharme en un único sitio, la barriga, y que me había causado una atrofia y por eso la insulina tampoco hacia el efecto que debería.
Así que llegué a casa, busqué la carpeta que guardé del hospital cuando mi debut y recopilé toda la información que me dieron en su momento y aquí estoy, volviendo a contar, volviendo a pesar y volviendo a calcular.
Tengo que decir que como los cálculos me indican que tengo que pincharme más unidades de insulina de la que me he mal acostumbrado, el miedo me invade cada vez que me pincho. Tengo miedo y ansiedad a las bajadas. Pero también estoy viendo que no hay bajadas, que si me tocan 8 me pincho 8 porque como hidratos para 8 y no me pasa nada. Así que poco a poco esta semana estoy venciendo al miedo y a la diabetes, y me siento que estoy cogiendo los mandos de mi vida, que YO MANDO NO ELLA. Y estoy flipando con la mejoría de los controlos que estoy teniendo. Me ha cambiado el caracter, estoy de nuevo alegre y tranquila, es como un exorcismo, estoy echando al demonio de mi cuerpo.
Con esto quiero compartir que a pesar de que soy diabética desee hace 10 años, en algún momento bajé las precauciones, la atención h me dejé llevar por el “yo ya se o yo ya controlo”. Así que ahora, vuelvo a coger calculadora y vuelvo a aprender!
Animo a todos y no escuchéis las voces internas que te dicen “no te pinches tanto que no lo necesitas” o “luego te rectificas no pasa nada” o la peor “estar a 100 es peligroso”.

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