Ese día que nunca se olvida

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23/10/13… fecha que quedara grabada siempre en mi mente… recordar aquellas palabras de Berta, su pediatra, después de meter la tira una vez en el bote de orina que yo había llevado porque creía que Alejandra tenía una infección de orina…. y vuelve a meter otra tira y su cara no me gusta… pero sus palabras menos…
» viniste sola? Si, le contesto; Lola la enfermera le dice, Berta no sabes que su marido está en Inglaterra. Trajiste coche? Si, le contestó. Saca 10 eu de su cartera y me dice dándomelos … coge un taxi ahí fuera y te me vas pitando a la residencia que ya te estan esperando cuando llegues. Alejandra tiene un cuadro diabético de hiperglucemia»
….. Que? Como?… no entendía nada ni sabia que significaban aquellas palabras, solo sabía que aquello era grave.
Cogi a Alejandra, y me fui corriendo a coger el taxi. El recuerdo de aquel viaje las dos juntas abrazadas llorando es algo que a las dos no se nos olvida… y ella tenía cuatro años …pero no se nos olvidara. Es triste, pero yo creo que aquel abrazo que nos unió en aquel viaje fue tan intenso, yo pensaba que ya no le iba a dar más…
Llegamos las dos después de llamar a mis padres y mis suegros. Empezaron a hacer analíticas y demás, Alejandra no me soltaba la mano y tristemente yo no podía dejar de llorar y decirle no pasa nada, xq ni yo sabía lo que estaba pasando.
Cuando nos dieron habitación ya estaban mis suegros y mis padres pero yo no sabía todo el cambio que supondría en nuestras vidas y no sabía qué decir ni qué hacer. Se acercó el medico y la educadora y me dijeron que los acompañara y allí me explicaron que era lo que era aquel cuadro diabético de hiperglucemia. Mis lágrimas no paraban de brotar.
Mire el reloj y me acorde de Aarón salía del colegio y nadie estaba esperándolo. Me fui corriendo con mis gafas de sol cubriendo mis ojos. Espere en el coche y mientras esperaba buscaba en internet «diabetes» y lo primero la Wikipedia, empecé a leer y ya solo leer enfermedad mortal…. apague el telf y las lagrimas volvían a brotar. Salí a recoger a Aarón y el como si intuyera algo vino corriendo y me dice » mama no está Alejandra en la fila, no vino, que pasó donde está mi hermana». Lo intenté calmar a el y lo lleve a la residencia para que la viera, y que viera que ella estaba bien.
El abrazo que se dieron los dos … fue como el que nos dimos las dos. Aguantar todo aquello no iba a ser fácil, estaba sola porque Miguel estaba trabajando en Inglaterra pero tenía que sacar fuerzas de donde fuera por ellos dos, me necesitaban fuerte
Aquella noche intente no hablar con Miguel porque no estaba preparada para contarle todo solo salían lágrimas no palabras. La primera noche fue terrorífica, tres personas y no eran capaces de hacerle una glucemia y ponerle la insulina eso era… aquellas lagrimas, gritos de mi princesa, bufff
Al día siguiente empezó nuestra vida en aquella burbuja de cristal, 15 días allí viviendo, comiendo y durmiendo, no la deje sola más que para ir a buscar a Aarón, cambiarme de ropa y volver a las clases que nos daban a los padres.
A la semana pudo venir Miguel de fin de semana, el medico me dijo que si quería me podía dar el alta y le dije que ni de broma que aún no estaba preparada para salir de la burbuja y aún encima viniendo mi marido después de mes y medio ni de coña, el me dijo sin problema cuando te sientas preparada me lo dices.
Y así empezó todo…..
Y después de tres años sigo recordando cada minuto y segundo de aquel día… y aunque lo intentó sigo llorando.
Y después de tres años lo que más agradezco es haber conocido en este duro camino a gente que ha estado desde el minuto cero a nuestro lado, la que he ido conociendo, la suerte que tenido con tutores y entrenadoras, viendo lo que muchos padres pasan con este tema, a tener una segunda familia » noches sin dormir» que me entiende y que habla el mismo idioma, que siempre hay alguien sea la hora que sea. GRACIAS!!!!!

Elisa

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1 respuesta a Ese día que nunca se olvida

  1. elena perez ordax dijo:

    se me saltan las lágrimas de leerte, me imagino esos sentimientos que solo las madres somos capaces de sentir, me imagino ese abrazo en el taxi de alejandra y tuyo…se me pone la piel de gallina. Se que eres muy fuerte, siempre lo has demostrado pero estas situaciones que te ponen al limite solo personas con tu corazón y tu cabeza son capaces de sobrellevarlas como tu lo haces. Alejandra es una campeona pero sin tu apoyo el de miguel y el de su gran hermano Aaron seguro que no sería capaz. El vínculo que os une nadie lo podrá romper nunca. y esa imagen de hace 3 años nunca se te olvidará pero espero que en un futuro lo veas como una mal pesadilla porque gracias a Dios la medicina avanza día a dia . Te quiero

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